El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una afección del neurodesarrollo que afecta, principalmente a niños, aunque también puede persistir en la edad adulta. Comprender sus señales de alerta y síntomas es fundamental para un diagnóstico temprano y una intervención adecuada. En este artículo, exploraremos cómo reconocer el TDAH y qué hacer si sospechas que alguien en tu entorno podría tener este trastorno.
¿Qué es el TDAH?
El TDAH se caracteriza por niveles inapropiados de inatención, hiperactividad e impulsividad en comparación con otros individuos de la misma edad. Estos síntomas interfieren con el rendimiento académico, profesional y social, afectando la calidad de vida de quien lo padece.
Señales de Alerta en Niños y Adolescentes
Los niños con TDAH suelen presentar los siguientes signos de manera persistente:
1. Inatención
Dificultad para concentrarse en tareas o actividades recreativas.
Comete errores por descuido en trabajos escolares.
Parece no escuchar cuando se le habla directamente.
Tiene problemas para seguir instrucciones y completar tareas.
Pierde objetos necesarios para sus actividades diarias (libros, lápices, juguetes).
Se distrae fácilmente con estímulos irrelevantes.
Olvida realizar actividades cotidianas.
2. Hiperactividad
No puede permanecer sentado durante largos períodos.
Se levanta constantemente en situaciones donde debería estar sentado.
Corre o trepa en situaciones inapropiadas.
Tiene dificultades para jugar tranquilamente.
Habla excesivamente y a menudo interrumpe a los demás.
Muestra una energía aparentemente inagotable.
3. Impulsividad
Interrumpe conversaciones o juegos de forma inapropiada.
Tiene dificultad para esperar su turno en actividades o juegos.
Responde preguntas antes de que se hayan completado.
Actúa sin pensar en las consecuencias.
Señales de Alerta en Adultos
Aunque los síntomas pueden atenuarse con la edad, en los adultos suelen manifestarse de manera diferente:
Dificultad para organizar tareas y cumplir con plazos.
Olvidos frecuentes y tendencia a perder objetos.
Problemas para mantener la atención en reuniones o conversaciones largas.
Impaciencia en situaciones que requieren espera.
Tendencia a procrastinar o a evitar tareas que requieren concentración.
Cambios frecuentes de empleo o dificultades en el entorno laboral.
Problemas para mantener relaciones estables debido a impulsividad o distracción.
Diagnóstico del TDAH
El diagnóstico del TDAH debe ser realizado por un profesional de la salud, como un psicólogo, psiquiatra o neuropediatra. Este proceso incluye:
Evaluación clínica completa: Entrevistas con los padres, maestros o personas cercanas al paciente.
Historial médico y familiar: Revisión de antecedentes médicos y familiares relacionados con trastornos de atención.
Pruebas estandarizadas: Aplicación de cuestionarios y evaluaciones específicas para medir la gravedad de los síntomas.
¿Qué Hacer Si Sospechas TDAH?
Si identificas varias de estas señales de alerta en ti mismo o en alguien cercano, es importante actuar:
Consulta a un profesional de la salud mental para una evaluación adecuada y una valoración psicológica completa.
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