Hoy en día sabemos que todos los niños nacen con un gran potencial y que está en las manos de los padres aprovechar esta oportunidad de maduración del niño/a y fomentar su desarrollo al máximo.
Los niños/as desde que nacen reciben estímulos externos al interactuar con otras personas y con su entorno, entonces, la estimulación temprana se trata de actividades dirigidas, con base científica y aplicadas de manera gradual con el objetivo primordial de desarrollar al máximo las capacidades cognitivas, motrices, afectivas y sociales, de la misma manera busca evitar estadios no deseados del desarrollo y alcanzar los hitos del mismo logrando el desarrollo esperado o “típico” en el niño a su edad.
Como mencioné antes, la estimulación se aplica a niños o niñas que presentan retrasos o déficits en su desarrollo, por ende busca la adquisición y mejora de habilidades. La importancia de los primeros años de vida en el desarrollo del cerebro infantil son vitales para lograr la autonomía e independencia que esperamos en nuestros hijos, la aplicación oportuna de estimulación en la temprana edad será capaz de disminuir el déficit o dificultad para alcanzar ciertas habilidades.
Es importante mencionar que la estimulación también puede ser aplicada a niños sin ningún problema o dificultad en su desarrollo, sin embargo, esta no puede clasificarse como terapia y en ninguna medida buscará acelerar o presionar el desarrollo infantil, en su lugar reconoce el potencial de cada niño y busca motivarle para obtener el mejor provecho de sus habilidades.
No obstante, la estimulación temprana es aplicable como medida compensatoria o terapéutica en niños con trastornos o potenciales retrasos en su desarrollo, ejemplo de ello es el trastorno del espectro autista (TEA), trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), deficiencia intelectual, retrasos en el desarrollo motor, dificultades de concentración y atención, desarrollo de habilidades visuales, entre otras dificultades.
Como especialista recomiendo ampliamente el uso de la estimulación temprana en combinación con otro tipo de terapias para lograr un desarrollo pleno y favorable, de la misma manera es vital el compromiso de los padres o responsables para complementar los procesos terapéuticos y generalización de estas habilidades.