Hola a todos, esta pequeña publicación está encaminada a que tú como padre o madre conozcas más sobre el desarrollo psicológico infantil, de manera precisa abordaré sobre las evaluaciones en esta etapa de la vida, serás capaz de reconocer cuando realizarlas y cuáles son las acciones a tomar en este proceso.
En primera instancia, la evaluación psicológica infantil se refiere al proceso de identificación, descripción y explicación de los comportamientos o elementos psicológicos en la niñez, en palabras más sencillas, me refiero a una serie de pasos que buscan descubrir y exponer las dificultades que nuestros hijos e hijas presentan en su desarrollo psicológico.
¿Cuándo debemos hacer una evaluación?
Esta es una parte muy importante, debemos estar claros que realizar una evaluación psicológica no es sinónimo de trastorno o alteración en el desarrollo, en su lugar, estar atentos a cuando realizarlas nos permitirá lograr un desarrollo óptimo en nuestros pequeños.
Para esto es necesario saber que existen varias esferas del desarrollo que pueden ser evaluadas (tanto individual como en general) tenemos: área social y emocional, habla y lenguaje, cognitiva (aprendizaje, pensamiento) y desarrollo físico (habilidades motrices finas y mayores). Asimismo, es importante mencionar que cada una de estas (al igual que cada niño/a) conlleva su propio ritmo de evolución, sin embargo existen hitos o momentos específicos que se esperan sean alcanzados por el menor.
Debemos acudir al especialista cuando sospechamos que hay una dificultad en cualquiera de estas áreas, por ejemplo: esperamos que nuestro bebé empiece entre los 10 y 12 meses a caminar agarrado de la mano o que en este mismo período sea capaz de producir algunas silabas o balbucear y responder a algunas ordenes como “toma, agarra”, entre otras.
Algunas de los signos de alarma mas frecuentes a los cuales debemos estar muy atentos y buscar a un especialista es: falta de contacto visual, no responder a las orientaciones, falta de lenguaje o muy reducido, falta de interés en las demás personas, no responder a la voz humana “está en su mundo”, interés excesivo por algunos objetos, comportamientos extraños, rabietas injustificadas, rechazo a texturas, exceso o poco movimiento, entre muchos otros síntomas.
La importancia de hacer una evaluación temprana radica en la intervención temprana del diagnóstico o dificultad encontrada, la estimulación temprana es mucho más efectiva y provee de un pronóstico favorable.
¿Qué debemos hacer en este proceso?
Debemos comenzar por evitar a producir pensamientos y contextos futuristas extremos o catastróficos, en su lugar debemos actuar desde el primer instante en que reconocemos que algo no anda bien, parte de mis sugerencias a los padres es llevar de la mano un proceso de estimulación e intervención, iniciar a tratar la dificultad en paralelo a la evaluación y descripción diagnóstica del problema.
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